miércoles, 24 de febrero de 2010

KATINKA LAMPE




Retrato de un niño con una corona de espinas sobre su cabeza, obra de la pintora holandesa Katinka Lampe.

"El cristianismo ha perdido su tradición", apuntó Lampe a Efe, quien asegura que admira los iconos, las pinturas y las historias de la religión católica a nivel estético, pero que no significan nada para ella.

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